Pequeñas Noticias... grandes mentiras

En su programa de TV por cable el administrador Hernández, presidente de la Fundación Reunión de Administradores (FRA), nombró un par de veces nuestro medio, aparentemente molesto con nosotros por haber publicado la respuesta de la Sra. Marta Oliva, presidenta de ADEPROH, a sus acusaciones.

A mí me parece que el conductor del programa Reunión de Administradores no tiene ninguna razón para sentirse molesto. Por otra parte, luego de apagar el televisor, ya finalizado su programa, me quedaron dos sensaciones fuertes: la primera que las acusaciones que había escuchado eran muy graves y que nuestros lectores; administradores, integrantes de consejos de administración, propietarios, proveedores y encargados debían ser informado de ellas y la segunda que en el programa del administrador Hernández había faltado la ineludible voz de alguien que represente a la parte acusada y que permitiera al espectador sacar sus propias conclusiones del debate que él estaba instalando.

De todas las llamadas que realizamos a organizaciones de defensa del consumidor fue ADEPROH la primera en enviar su opinión y sobre el cierre de nuestra edición pasada (Boletín de Pequeñas Noticias Nº 112 del 3/6/2002) recibimos en dos carillas una respuesta no menos dura que las acusaciones realizadas por la misma FRA.

No pienso que mi función sea tomar partido por una u otra de las partes involucradas en este debate. La esencia de mi tarea es brindarle al lector los elementos necesarios para que saque sus propias conclusiones y entre ellos habrá quienes piensen que una de las partes tiene razón y aquellos que opinen que la tiene la otra.

Por eso le agradezco tanto al administrador Hernández (o a algún inteligente asesor) la frase que dijo al aire: “Pequeñas Noticias... grandes mentiras”. Se lo agradezco porque tiene razón, esa es la función del verdadero periodista: presentar al lector las pequeñas noticias cotidianas dándole, con responsabilidad y seriedad, las herramientas necesarias para que vaya formando su propia opinión sobre los conflictos que se le presentan. Que vaya descubriendo él mismo las “grandes mentiras” que se esconden detrás de cada Pequeña Noticia. Como la intangibilidad de los depósitos, nuestra inserción en el primer mundo, la honorabilidad de nuestros políticos, la imparcialidad de nuestros jueces, el dólar uno a uno, que en la Argentina nadie se muere de hambre y tantas más...

Pero, a pesar de todo, hay un inconveniente muy serio. Reiteradas veces escuché al administrador Hernández sugerir que “ciertos” medios dan prensa a las organizaciones de defensa del consumidor por razones que no son puramente periodísticas e inclusive uno de sus panelistas opinó que estas campañas están armadas y que el beneficio surgiría de la publicidad que dichas instituciones harían en los medios de prensa.  Pienso que el no se refiere, en este caso, a la cobertura que nosotros le dimos a las denuncias que realizó desde su programa, sino más bien al espacio que le dedicamos al justo derecho a réplica.

Para concluir, y como la única forma que dispongo para demostrar mi imparcialidad sobre el debate instalado ya hace tantos años en el seno de nuestra sociedad, lo único que puedo ofrecerle a la FRA y a su presidente, así como a cualquier otra institución o persona que sienta que tiene algo que decir sobre estos temas, es un espacio en nuestro boletín para exponer su opinión o su propia versión de los hechos y que, así, sea el lector quién extraiga las “pequeñas mentiras de las grandes noticias...”

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